“La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces, puedo cambiar”. (Carl Rogers)
Conócete
Explora tu ser, cuestiona algunos rasgos de tu personalidad y conoce tu historia. Pregúntate por qué eres así y cómo has llegado hasta aquí. Elabora un árbol genealógico. Conversa con tus familiares y conócelos mejor, esto puede darte muchas respuestas.
Sincérate
Valora tus virtudes, así podrás potenciarlas. Identifica y reconoce tus defectos, así podrás trabajar en ellos. Piensa con claridad y coherencia sobre tus capacidades actuales y acéptate, así podrás saber cómo ampliarlas para el futuro.
Siente
Ábrete a tus sentimientos y conócelos. ¿Qué cosas de ti generan frustración, tristeza, desilusión y debilidad? ¿Qué cosas de ti provocan orgullo, alegría, fuerza y seguridad?Abraza lo bueno y lo malo de ti, ámate. Esto te dará la suficiente confianza para emprender un nuevo camino.
Elige
Reflexiona profundamente sobre las metas que deseas alcanzar. Cuáles son posibles y cuáles son solo una fantasía. Estudia bien qué objetivos estás capacitadx para lograr ahora y cuáles podrás obtener más adelante. Comienza por los más pequeños, así sentirás que vas ganando poco a poco más confianza para lograr los más grandes.
Comienza!
Hay un momento para dar el primer paso, y ese momento puede ser ahora. Aunque sea casi imperceptible, para ti será el más importante. Cuánto tiempo necesitas para alcanzar la última meta no es lo importante. La vida está hecha de pequeños objetivos diarios, como tener la voluntad de levantarte para cumplir tus compromisos, ya sea trabajar, estudiar o cuidar de una familia. Aquellos que sientas que te están costando, pueden ser parte de tu primer plan.
Recuerda que el simple hecho de estar planteándote todo esto, ya es un gran logro en sí mismo.
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