"No olvides que lo que llamamos hoy realidad, fue imaginación ayer". (José Saramago)
Para crear nuestra planificación y visualizar nuestras metas, necesitamos tener un pensamiento divergente. Este tipo de pensamiento es un proceso mental que permite producir numerosas ideas a partir de un estímulo único.
Todxs nacemos creativxs, aunque no todxs sabemos conservar esta facultad a medida que pasan los años. Si no trabajamos nuestra creatividad esta disminuirá con el tiempo, paralizando en consecuencia nuestro crecimiento personal.
¿Qué es la creatividad y por qué la necesitamos para nuestro bienestar?
Existen numerosas definiciones para la creatividad, como por ejemplo: la capacidad de realizar un producto nuevo y a la vez adaptado al contexto en el que se manifiesta.
La conclusión a la que llegaron lxs expertxs se basa en que, por una parte, lo que creas tiene que ser novedoso, pero también debe ser útil o adaptable.
Actualmente, la creatividad ha adquirido un valor considerable en todos los ámbitos. Las empresas la sitúan entre las primeras competencias necesarias para sus empleadxs. Las escuelas están comenzando a introducirla en la formación del equipo docente y ciertas terapias la utilizan en sus técnicas.
Las neurociencias han demostrado que la creatividad es una cuestión de conexiones neuronales entre los dos hemisferios, una especie de diálogo. Aunque el hemisferio derecho del cerebro es el lugar de la imaginación y la intuición, la calidad de la comunicación entre las dos partes del cerebro es fundamental para crear.
La creatividad es como un músculo: cuanto más se desarrolla, más fuerte se hace. Además, ejercitar el pensamiento creativo es absolutamente estimulante y enriquecedor, por lo que solo nos da beneficios.
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